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Romero: riégala así si quieres que crezca sana, fuerte y frondosa. ¡El secreto que nadie sabe!

Muy fragante en las recetas, excelente en forma de infusión para purificar, como decocción para un cabello fuerte y saludable, los italianos amamos el romero. Por ello, suele dominar los jarrones de terrazas y balcones.

Pero mantener este arbusto en las mejores condiciones no es tan simple como dicen.

Si es cierto que necesita poca agua, también lo es el hecho de que hay que reservarle algunas precauciones, conocidas en su mayoría por pocos o por expertos en jardinería.

Para disfrutar de sus propiedades y de su inconfundible aroma, es necesario saber regarla en las cantidades adecuadas.

¿Cómo ajustar? ¡Te lo explicamos en detalle! ¡No te equivocarás de nuevo! Pero es un secreto, nadie lo hace!!!

Romero: riégalo así si lo quieres sano, fuerte y exuberante!

La única regla real a memorizar para tener un romero florido es conocer sus necesidades de agua .

Básicamente, es una planta resistente a la sequía, por lo tanto, desafortunadamente ideal en este período seco. Pero si la acabas de plantar, de semilla o de esquejes, recuerda que tiene más agua que la destinada a un arbusto bien desarrollado, que sobrevive tranquilamente apoyándose únicamente en las lluvias (siempre que supere los 450 mm anuales).

Sin embargo, debes tener en cuenta que puede sufrir desde la pudrición de la raíz, hasta la muerte.

¡Evita el estancamiento!

En resumen, todo depende de la observación del propio romero y de la evidencia empírica. Para saber cuándo y cuánto regar, confíe en el tacto: introduzca un dedo profundamente en el suelo que lo rodea, si está mojado, retrase el momento del riego, si está seco, proceda con pequeñas cantidades a la vez. El agua no debe gotear del florero.

En este sentido, recuerda plantarla en un recipiente con grandes agujeros de drenaje: haz una primera capa de grava en el fondo y cubre con tierra ligera. Siempre que vierta agua, espere a que el sustrato se seque antes de rellenar con más líquido.

No necesitas programar riegos periódicamente, lo que tienes que hacer es vigilar tu planta y satisfacer sus necesidades en función del clima y la temperatura exterior.

Este sencillo consejo te permitirá mantenerlo sano y próspero, tanto en verano como en invierno.