Existe un truco para eliminar las molestas manchas y rayas que se forman en nuestra cubertería. Así es cómo.
Entre nuestros utensilios de cocina que solemos utilizar con frecuencia tanto para preparar nuestros platos y sopas como para llevarnos la comida a la boca, se encuentran los cubiertos que pueden estar fabricados en diferentes materiales.
Muy comúnmente, los que utilizamos son de acero inoxidable pero también existen otro tipo de cubiertos en otros materiales desde los más baratos hasta los más caros y con diferentes estampados según el gusto del consumidor.
Cubiertos: aquí se explica cómo eliminar manchas y rayas
Además, la cubertería también es una tarjeta de visita. Según la etiqueta, hay muchos tipos de cubiertos según el plato que vayas a consumir y también hay una posición correcta a respetar a la hora de poner la mesa en cuanto a su colocación.
Cuando tenemos comensales en nuestra mesa, hacemos todo lo posible para causar una buena impresión y usamos nuestra mejor vajilla para impresionar a nuestros invitados, pero a veces nos encontramos con manchas difíciles en nuestros cubiertos.
Estos se forman por nuestro consumo o porque hemos estado en contacto con algunos ingredientes cuya limpieza es muy difícil o porque hay cal en el agua que tiende a formar estas motas.
Aunque pongamos nuestros cubiertos en el lavavajillas , a veces no consiguen limpiarlos como queremos y por ello recurrimos a otros métodos y uno de los más efectivos es el tradicional que nos heredaron nuestras abuelas.
Para llevarlo a cabo necesitamos agua caliente y vinagre. Antes de proceder, mezcle una parte de vinagre con ocho partes de agua caliente y deje en remojo nuestros cubiertos durante unos 10 minutos.
A continuación, seque nuestra vajilla con un paño de microfibra ya que esta característica tiende a eliminar las manchas y evita que los cubiertos se rayen por su textura suave.
Otros metodos
Otra solución para conseguir que los halos y las manchas de los cubiertos se eliminen en un abrir y cerrar de ojos es introducir al menos dos cucharadas de bicarbonato de sodio en 300ml de agua .
Al igual que la solución anterior, también de esta forma, una vez pasado el tiempo en el que los cubiertos han reposado en la solución, se deben secar con un paño, también de microfibra.
Además, si nuestros cubiertos presentan rayaduras, que se han formado por el contacto entre ellos o por el roce con alimentos o sartenes que han provocado la formación de estos pequeños surcos, habrá que utilizar otro ingrediente.
En este caso, echa un poco de aceite de oliva sobre el paño de microfibra , y luego frótalo sobre los cubiertos y sobre la raya y su acción emoliente tenderá a que el utensilio vuelva a lucir como nuevo.
Después de haber frotado todo, sumerja los cubiertos en una solución de agua y vinagre y también en este caso déjelos reposar unos minutos y luego enjuáguelos con agua corriente.
Es útil recordar nunca dejar cubiertos húmedos, pero estos deben secarse estrictamente después de cada lavado. Esto se debe a que se pueden formar residuos de cal en el agua y, por lo tanto, dañar nuestra cubertería.
Además, dejarlos secar sin usar un paño tenderá a que se formen halos de vez en cuando debido a las gotas que se han absorbido y con el tiempo será más difícil eliminarlos incluso con los métodos mencionados anteriormente.
Por eso, siempre es mejor cuidar nuestra cubertería y nuestro servicio de vajilla para que estén siempre utilizables aunque tengamos algún invitado en casa.
