A veces usamos varios detergentes , llenando así nuestra despensa con varias botellas voluminosas, ignorando que en cambio con unas pocas sería suficiente.
O mejor: ¡ solo uno sería suficiente ! Hay, de hecho, ingredientes naturales que, combinados entre sí, son capaces de limpiar y desengrasar a fondo la mayoría de las superficies de la casa .
Por eso, hoy veremos juntos cómo hacer el desengrasante universal hágalo usted mismo , usando solo ingredientes delicados, caseros y naturales.
Preparación
Preparar este desengrasante universal es realmente muy sencillo, ya que solo necesitarás unos pocos ingredientes:
- 200 gr de jabón de Marsella
- 100 gramos de bicarbonato de sodio
- 1 litro de agua desmineralizada
Comience, por lo tanto, por reducir el jabón de Marsella en escamas , utilizando un rallador, para facilitar la disolución en agua. Luego vierta el agua desmineralizada en una cacerola de acero para calentarla y después de unos minutos, agregue el jabón de Marsella rallado.
Mezcla todo bien con una cuchara de madera hasta que el jabón se haya disuelto por completo y hayas obtenido una mezcla homogénea.
En este punto, agregue el bicarbonato de sodio poco a poco y deje reposar la mezcla durante aproximadamente 6 horas o incluso durante la noche. Notarás que el desengrasante habrá asumido una consistencia bastante dura. Por ello, utiliza una batidora para intentar que la mezcla quede más fluida.
Si aún queda demasiado espeso, agregue 100 ml de agua desmineralizada o incluso más hasta obtener la consistencia que más desea.
Finalmente, vierte todo en una botella y listo: ¡tu desengrasante universal hágalo usted mismo está listo para usar!
Cómo usarlo
Gracias a la presencia de jabón de Marsella y bicarbonato , ingredientes muy delicados, aunque tienen cierta eficacia en la limpieza doméstica, es posible utilizar este desengrasante en casi todas partes.
De hecho, no es casualidad que el jabón de Marsella, así como el bicarbonato de sodio, se utilicen como base para hacer varios detergentes caseros. Entonces, veamos juntos cómo se puede usar este desengrasante.
NB Le recordamos que agite la botella y siempre agítela bien antes de usar.
Como limpiador multiusos para superficies.
Dado que, como ya hemos dicho, tanto el jabón de Marsella como el bicarbonato de sodio tienen propiedades de limpieza muy delicadas, este desengrasante se puede utilizar para limpiar y desengrasar muchas superficies delicadas, como cerámica, piedra, acero, etc.
Además, también es válido para limpiar sofás de piel, sillas de piel y maderas sin lacar. Luego rocíe la solución, déjela actuar por un tiempo, luego limpie con un paño húmedo y enjuague.
¡Pero eso no es todo! También puedes usarlo para limpiar hornos, estufas, campanas, enseres, encimeras, muebles, muebles altos, etc. En definitiva… ¡este producto te bastará para tener toda la casa súper limpia!
Como pretratamiento para las manchas.
Este desengrasante universal es muy eficaz no solo en diversas superficies sino también en la ropa, ya que actúa como pretratamiento sobre los tejidos manchados .
Por tanto, bastará con verterlo sobre la mancha, aunque sea muy rebelde, y dejar actuar durante al menos 5 minutos. Luego, frote suavemente con una esponja , limpie con un paño húmedo y enjuague.
En este punto, procede con el lavado común y listo: ¡adiós manchas!
Como mezcla para limpiar pisos
Finalmente, veamos juntos cómo usarlo para limpiar pisos . Obviamente, sin embargo, te aconsejamos que lo diluyas siempre con mucha agua y nunca lo uses directamente porque podría engrasar demasiado la superficie y crear halos.
También se puede usar en este caso para pretratar una mancha en el piso que está luchando por desaparecer.
Todo lo que tiene que hacer es verter un poco de este desengrasante en un recipiente con agua, mojar un trapo en la solución así obtenida, estrujarlo y pasarlo por el suelo varias veces.
Además, gracias al poder ligeramente abrasivo del bicarbonato, ¡sus suelos quedarán limpios y sin rayas!
Advertencias
El desengrasante natural es delicado y nada agresivo; sin embargo, pruébelo siempre en un rincón escondido y lea atentamente las etiquetas de lavado de la ropa.