El tomate es una verdura muy apreciada en el mundo gastronómico por su rico sabor y la adaptabilidad que ofrece a diferentes platos.

Tener una planta de tomate en el jardín de tu casa es una experiencia increíble y por eso muchos deciden incluirla casi como un must.

Tomates, cómo regarlos para que queden jugosos

Uno de los puntos a los que quizás deberías prestar más atención es al riego de los tomates porque no tolera la sequía ni el exceso de agua. Los tomates son especies que necesitan cierta cantidad de agua para prosperar favorablemente.

Tomates rojos maduros
 

A diferencia de otro tipo de hortalizas, la persistencia en esta materia es fundamental para conseguir que esté sana y ofrezca una cosecha adecuada. Ahora bien, no se trata de regar porque hay que hacerlo, es necesario entender los procesos por los que pasa desde que es semilla hasta que tiene frutos rojos y comestibles.

¿Cómo podemos detectar la falta de riego?

Las plantas de tomate se verán vigorosas siempre que el riego sea adecuado para sus necesidades. Cuando se pierde este vigor, lo más probable es que se deba a un problema de estrés hídrico.

Sin embargo, no debe confundirse con el decaimiento natural que se produce cuando llegan las horas más extremas de sol, sino que se debe potenciar la planta al anochecer.

Si la sequía continúa, la planta no podrá dar una buena cosecha ni mantenerse con vida, por lo que eventualmente morirá.

¿Con qué frecuencia regamos los tomates?

La frecuencia de riego del tomate debe establecerse en función de sus necesidades particulares en cada etapa . Cuando se plantan las semillas, suele ser el momento de mayor actividad con respecto a este tema, ya que se requiere mucha humedad para que germinen.

Riego de plantas de tomate en invernadero
 

Una vez que se ha establecido como planta, se deben tener en cuenta factores como el suelo, el clima, la exposición a la luz solar, entre otros.

Lo más recomendable es hacer riegos cortos y con poca agua pero diarios en la fase productiva, reduciéndolos a dos por semana el resto del tiempo.

¿Cuál es la mejor manera de regar?

El riego por goteo es la mejor alternativa para regar las plantas de tomate porque ayuda a proporcionar agua con dos fundamentos básicos: lento y constante.

Cuando el agua puede penetrar profundamente en el suelo sin correr el riesgo de inundaciones, la planta desarrolla un mejor sistema de raíces.

De esta forma la parte aérea tendrá una mejor apariencia y esto repercutirá positivamente en la producción de la hortaliza.

Hay que tener en cuenta que regar el follaje y el fruto será contraproducente para la salud de la planta de tomate, por lo que conviene tener cuidado de no hacerlo.

¿Cómo detectamos el exceso de agua?

Cuando la tierra tiene exceso de humedad , las raíces no podrán ofrecer el oxígeno necesario al resto de la planta. Esto tendrá consecuencias en cuanto al color del follaje y la pérdida de vigor, ya que le será difícil llevar a cabo procesos vitales como la fotosíntesis.

Asimismo, se influirá negativamente en el acceso a los nutrientes, lo que reducirá el vigor de la planta. Todo esto obviamente afectará la productividad de los tomates, que pueden verse reducidos en cantidad o con mala calidad.

Riego de la planta de tomate
 

Pero el daño más significativo está ligado a la pudrición de raíces y al posible establecimiento de hongos , que aman los humedales. A la hora de regar el tomate, también es importante evaluar el estado de la calidad del agua porque será fundamental para tener un cultivo sano.

Por lo general se pueden utilizar aquellos que contengan cierto nivel de sales , pero cuidando que no sea excesivo. En cualquier caso, si solo quieres darle el agua más favorable para su crecimiento y producción, ten cuidado de recoger agua de lluvia , será lo ideal.