¿Cómo tener toallas súper suaves? Sólo necesitas dos ingredientes y obtendrás algo único. Debe intentarlo de inmediato.
Es el colmo del lujo en el baño , ¡toallas como si estuviéramos siempre en un gran hotel de cinco estrellas! ¿Un sueño imposible? No, absolutamente alcanzable, si quieres saber cómo seguir leyendo.
Toallas ásperas: ¿cuáles son las causas?
Forman parte de nuestro día a día, las toallas son uno de los elementos básicos de nuestro baño, nos envuelven al final de una ducha matinal , preparándonos favorablemente para un ajetreado día de trabajo.
¡Pero su contacto puede resultar poco agradable si es áspero como papel de lija! Sin embargo, esto es a lo que nos enfrentamos si no tratamos correctamente nuestras esponjas y albornoces de algodón.
Cuando vamos a comprarlos prestamos mucha atención a que sean suaves al tacto y tengan buena consistencia, deben someterse a numerosos lavados, muchas veces a altas temperaturas. Por eso siempre los querrás como el primer día, pero los propios detergentes pueden comprometer su suavidad.
Muchos detergentes, la mayoría de ellos contienen elementos que rara vez se leen una vez comprados, estos son: tensioactivos, enzimas, blanqueadores y elementos destinados a higienizar y desinfectar las toallas.
Sin embargo, a pesar de estar destinados a la limpieza, los componentes químicos de estos elementos influyen en el hilo de esponja. Para superar este inconveniente se utilizan suavizantes, que por otro lado contienen tensioactivos considerados entre los productos más tóxicos y contaminantes que tenemos en casa.
¿Cómo funcionan los suavizantes de telas?
Básicamente, al recubrir la superficie de la esponja con los compuestos químicos que la componen, gracias a su carga eléctrica, hacen que los hilos se “levanten” de la superficie para que el tejido quede más suave y esponjoso y aumente su viscosidad .
Todo esto acaba inevitablemente en nuestra piel. Por eso muchas personas con piel delicada no pueden tolerarlos.
Toallas súper suaves con sólo dos ingredientes
Para combatir la rigidez de las toallas, la causa suele ser simplemente la cal en el agua de lavado. Los depósitos de cal durante el lavado normal, se acumulan lentamente, fibra tras fibra y, cuando la toalla se seca, producen esa sensación de rigidez que se vuelve áspera con el tiempo.
Para las toallas y toda la ropa, para que quede suave y elástica, podemos utilizar productos totalmente naturales capaces de convertir nuestra ropa áspera en toallas muy suaves en las que envolvernos agradablemente: vinagre blanco y zumo de limón .
Estos dos elementos naturales no tienen las contraindicaciones anteriores, y sus propiedades no sólo evitan los malos olores sino que ayudan a los tejidos de rizo.
El vinagre, por ejemplo, no permite que las sales minerales queden atrapadas en las fibras. Para prelavar nuestras toallas bastan con 100ml de vinagre blanco (¡el oscuro no sirve!) y tres limones.
Una vez exprimido y filtrado el zumo de limón se debe verter en el prelavado en frío junto con el vinagre y luego volver a lavar sin excedernos en la cantidad de detergente. Finalmente se deben enjuagar bien. La fase de secado es igualmente importante, si permanecen demasiado tiempo al sol las toallas tenderán a endurecerse.
